El cine de animación japonés vuelve a reinventarse en 2025 con The Last Blossom (Housenka), una película que combina drama carcelario, nostalgia ochentera y una sorprendente dosis de surrealismo. La distribuidora Pony Canyon ha lanzado un teaser visual y un adelanto del elenco de voces, confirmando su estreno para otoño en Japón y su inclusión en la competencia oficial del prestigioso Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, que se celebrará del 8 al 14 de junio en Francia.
La dirección está a cargo de Baku Kinoshita, con guion y concepto original de Kazuya Konomoto —dúo que ya demostró su fuerza creativa con ODDTAXI (2021)—. La producción corre a cargo del estudio CLAP, responsable de títulos aclamados como Pompo: The Cinéphile y The Tunnel to Summer, the Exit of Goodbyes.
Un yakuza arrepentido y una flor que habla
La historia se sitúa en dos líneas temporales: en otoño de 2023, conocemos a Akutsu, un anciano exyakuza que cumple cadena perpetua y espera la muerte en soledad dentro de su celda. Todo cambia cuando una flor parlante de tipo housenka (bálsamo de jardín) le interpela con crudeza: “Qué vida más podrida tuviste”.
Así comienza una travesía introspectiva que nos lleva al verano de 1986, cuando un joven Akutsu vivía con su pareja, Nana, y el hijo de ella, Kensuke, en un modesto apartamento rodeado de flores. La cinta entreteje el retrato de un hombre destruido por sus decisiones con la historia familiar narrada por una flor.
Reparto doble para personajes complejos
El veterano actor Kaoru Kobayashi dará voz al Akutsu anciano, mientras que Junki Tozuka interpretará a su versión joven. El personaje de Nana Nagata será representado en sus distintas etapas por Hikari Mitsushima y Yoshiko Miyazaki. La flor que da nombre a la película será interpretada por el multifacético Pierre Taki, aportando un tono reflexivo y sarcástico a esta narración botánica.
La banda cero, conocida por sus composiciones atmosféricas y experimentales, estará a cargo de la música original. Por su parte, el diseño conceptual corre a cargo del artista Michinoku Toge, reforzando el tono poético y melancólico del filme.